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lunes, 22 de noviembre de 2010

INTERESANTE ARTICULO DE LA REVISTA DE ENFERMERIA BASADA EN LA EVIDENCIA " EVENTIA"

La Especialidad de Enfermería Familiar y Comunitaria y la importancia de una formación basada en la evidencia
La especialidad de Enfermería Familiar y Comunitaria aparece por primera vez en el Real Decreto de Especialidades oficiales de enfermería del 2005 con la obligación de armonizarse en el Espacio Europeo de Educación Superior.1 Pero no va a ver la luz hasta 5 años después, con la aprobación del programa formativo (BOE de 29 de junio de 2010).
España está a la cola de Europa en número de enfermeras, al contrario de lo que ocurre con los médicos, pues somos uno de los países con más médicos por habitante. En España hay una enfermera por cada médico cuando la media europea es de dos. Entonces, ¿qué modelo sanitario están diseñando en el cual el número de enfermeras para atender a los pacientes es el mismo que el número de médicos? ¿por qué no existe una alarma social ante la falta de enfermeras?
Tal vez, porque la sociedad no conoce cuál es nuestro verdadero rol. Actualmente las enfermeras comunitarias, por así llamarlas, están inmersas en un trabajo delegado por parte de los médicos de control y supervisión de enfermos crónicos,2 provocando, por tanto, un colapso del trabajo de enfermería en las consultas muy centrado en el paradigma biomédico, ya que principalmente se basa en controlar parámetros y constantes así como en la realización de determinadas pruebas que muchas veces se hacen de forma rutinaria y sin una evaluación crítica.
Todo ello, supone que cada vez más se vaya abordando una mayor cantidad de procesos patológicos en detrimento de la promoción de estilos de vida, del asesoramiento, de la potenciación de autocuidados y del trabajo comunitario.3
No podemos negar que la asistencia de hoy está ligada a la incertidumbre y a la variabilidad clínica y que en respuesta a esto, deberíamos dirigirnos hacia un profesional preparado para prestar una asistencia basada en la evidencia, es decir, capaz de tomar decisiones con toda la información válida y relevante, utilizando todos los recursos disponibles y respetando las preferencias y los valores de los pacientes.4
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