La ministra Pajín anuncia para después del verano un acuerdo social que pretende reducir el consumo de alcohol entre los menores.
A pesar de esa declaración intencional que entrecomillo, “Esta campaña se dirige a reducir el consumo de alcohol entre los menores y está pensada para sensibilizar especialmente a ellos y a diversos agentes implicados, como la hostelería, los productores de bebidas alcohólicas, asociaciones de padres y madres, pero siempre desde el autocontrol, la responsabilidad y el consenso”, tengo mis dudas de que la sensibilización a los distintos implicados pueda hacerse desde el autocontrol y el consenso.
Para los jóvenes el alcohol es la droga preferida, dado que lo consumen más frecuentemente y en mayor medida que todas las otras drogas.
Hoy en día los jóvenes disponen de más ingresos y el alcohol para ellos es mucho más accesible.
La tolerancia social, la “ejemplarización” que supone el consumo de esa droga por parte de los adultos, incluso en nuestras plazas públicas, unidas a la nula percepción del riesgo, no cabe duda que contribuyen a normalizar el consumo infanto-juvenil.
Tal como indica FECYT en su página, “Los jóvenes son más vulnerables a sufrir daños físicos, emocionales y sociales derivados de sus propios hábitos o de los hábitos de beber de otras personas. Hay fuertes vínculos entre consumos de alto riesgo, violencia, comportamientos sexuales de riesgo, accidentes de tráfico y otros accidentes, incapacidades permanentes y muerte. Los costes sanitarios, sociales y económicos de los problemas relacionados con el alcohol entre la gente joven imponen una carga importante sobre la sociedad.”
ARTICULO COMPLETO:Sanidad anuncia un pacto social para reducir el consumo de alcohol entre niños y adolescentes
Fatima Lopez
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